A nadie le gusta el dolor, no importa si es leve, resultado de un corte en la piel, o tan fuerte como el de un hueso roto, lo único que interesa es hacerlo desaparecer tan rápido como sea posible, para luego volver a la normalidad.
El dolor puede afectar distintas áreas de tu vida, de forma directa o indirecta, además puede causarte problemas para dormir, conflictos laborales, cansancio, emociones negativas (aislamiento, tristeza, preocupación, ira e irritabilidad), dificultad para gozar placeres simples, falta de compromiso en actividades que antes disfrutabas, incluyendo actividades físicas y sociales.
Si sientes algún tipo de dolor es importante que hables con tu médico para que te indique cómo reducir el dolor. Existen medicamentos, y otros recursos, que pueden ayudarte a reducirlo, porque sin importar su causa la necesidad de reducir el dolor es real y demanda atención para tener una buena calidad de vida.
Aunque existen muchos medicamentos para reducir el dolor, algunas personas tienen miedo a tomarlos debido a ideas erróneas acerca de ellos. Uno de estos temores es la posibilidad de crear adicción, pero lo cierto es que si los medicamentos se usan con prescripción, siguiendo al pie de la letra las recomendaciones médicas, el riesgo es realmente bajo, más teniendo en cuenta que al comienzo de los tratamientos para reducir el dolor no se utilizan analgésicos fuertes.
Otra creencia extendida es que el uso de morfina se reserva para aliviar el dolor cuando se está cerca de la muerte. La realidad es que la morfina es un medicamento que usan los médicos para aliviar el dolor cuando otras alternativas dejan de funcionar o cuando el nivel de dolor ya no puede ser controlado con medicamentos más suaves. Es importante recordar que la morfina por sí misma no acorta la vida.
Si bien es cierto que algunas personas tienen mayor tolerancia al dolor, no es verdad que todos los dolores deban resistirse, ni que todos deban padecer dolores sin quejarse. Si tienes un dolor que consideras insoportable estás en todo tu derecho de consultar a un médico para que te ayude a aliviarlo.
Por último recuerda que los medicamentos no son la única solución para reducir el dolor. La ansiedad y el estrés también pueden crear dolores. Cuando este sea el caso lo mejor es tratar la causa para aliviar el efecto. Para reducir el dolor se puede acudir a la actividad física frecuente, unirse a un grupo de apoyo, recibir psicoterapia, practicar meditación o yoga, recibir masajes o considerar la hipnoterapia. En general son muchos los elementos existentes para reducir el dolor, por lo que no hay razones para que permanezcas en una tortura eterna.
porvivirsalud
Blog Diseñado por: Adelaid Acevedo Cardona
Blog Creado por: Ruth Cardona
Derechos reservados by:
CreativeCommons
Subscribe to SIMPLEMENTE MUJER Y YA! by Email
0 comentarios:
Publicar un comentario